LA HISTORIA DE PIERRE
En una de las discotecas que Pierre solía frecuentar, se encontró a Fred a quien conoció una noche en un casino mientras apostaban en un juego de cartas. Fred estaba con su amigo Carlos quien ya había visto a Pierre en el casino un par de veces. Carlos se dio cuenta de la adicción de Pierre por el juego y lo invitó en baja voz, a ser parte de un juego privado en un apartamento en el centro de la ciudad. En ese lugar, los apostadores eran personas bastante adineras y sobre todo adictas al juego al igual que Pierre quien aceptó ser parte del grupo sin ningún problema. Luego de varios meses y de muchas apuestas en las que Pierre perdió una gran cantidad de dinero, ya no tenía con que seguir jugando pero no quería rendirse y puso en juego lo único que le quedaba, su apartamento, aunque este no cubría el precio completo de la apuesta. Minutos más tarde Pierre se quedó sin apartamento y debiendo mucho dinero, se retiró del lugar prometiendo pagar todo lo que debía. Buscó ayuda con su amiga Anna, quien le permitió quedarse un tiempo en su apartamento mientras él pedía ayuda a sus padres, pero Pierre no quería decirles sobre su gran deuda. El tiempo pasaba y Pierre no conseguía dinero para pagar la apuesta, lo que le enviaban sus padres no le alcanzaba para completar la suma, porque cada noche se la gastaba en los casinos donde jugaba para intentar completar lo suficiente y poderse reponer de su crisis económica. Pero su situación empeoró, Carlos comenzó a buscarle para hacerlo pagar. Pierre se quedo en el apartamento de Anna en donde pasó muchos meses sin poder salir, ya que corría el riesgo de que lo pudieran encontrar. Mientras Pierre convivía con Anna, se creó un romance entre ellos y el amor de hermanos que desde pequeños los había tenido unidos, se tornó diferente y lograron enamorarse profundamente uno del otro.
Meses más tarde, Carlos encontró algunos datos que le ayudaron a investigar sobre el paradero de Pierre. Se dio cuenta de quién era Anna y decidió seguirle la pista porque estaba seguro que era ella quien lo conduciría a encontrar algo sobre él. Pierre se dio cuenta de que tan cerca estaba Carlos para encontrarlo y fue cuando Anna le prestó dinero para que se pudiera ir a los Estados Unidos a buscar ayuda con sus padres. El mismo día en que Pierre salió del país, Carlos llegó al apartamento de Anna con sus escoltas buscándolo, pero al ver que no estaba, secuestraron a la joven para sacarle información sobre su paradero, Carlos sabía de su romance y de cuán importante era Anna para Pierre.
Cuando Pierre llegó donde sus padres, no les contó lo sucedido y los engañó diciéndoles que el apartamento lo había vendido para conseguir el dinero con el que viajaría a verlos y que había dejado el estudio porque se había dado cuenta que el derecho no era lo que en realidad le gustaba. Estando en los Estados Unidos Pierre recibió una llamada a su celular, era Anna quien le gritaba bastante alterada diciéndole que debía pagar el dinero que había apostado, pero Pierre no alcanzó a hablar con ella porque fue Carlos quien tomó la bocina y le dijo que tenía cuatro días para devolverle el dinero sino quería que le pasara algo a Anna. Sin saber qué hacer, Pierre pensó en pedirle dinero a sus padres, pero no sabía que excusa darles para justificar la gran cantidad. Así que decidió pedirles lo suficiente para salir apostar en el casino de la ciudad, en donde pensaba conseguir la cantidad que necesitaba para regresar y recuperar a Anna. Después de varios intentos Pierre perdió el dinero que llevaba y se quedó sin presupuesto para seguir jugando. Desesperado regresó a casa de sus padres sin saber qué hacer, a tan solo dos días de plazo para recuperar a su enamorada. En ese preciso momento, sonó su teléfono celular, era Carlos quien llamaba a recordarle su deuda, Pierre le dijo que le diera más tiempo, porque no se encontraba en el país y no podía regresar en tan solo dos días, Carlos no quiso darle más tiempo y le colgó. Al día siguiente, Pierre regresó al Casino para apostar un dinero que había sacado de uno de los bolsos de su mamá, ella nunca se daría cuenta de ello. Poco a poco Pierre iba recobrando su suerte y el dinero que le servía para recuperar a Anna, pero su adicción no lo dejó parar cuando tenía lo suficiente para regresar, quiso alcanzar una suma más alta y luego de pasar muchas horas apostando lo que había ganado, Pierre volvió a quedar sin dinero. Esa misma noche y faltando tan solo un día para recuperar a Anna, Carlos le llamó, Pierre insistía en más tiempo. Al final, Carlos accedió y le dio un par de días más. Sin saber que hacer, Pierre decidió hablar con sus padres para argumentarles que quería regresar a su país y reencontrarse con Anna, porque estaba completamente enamorado de ella y no podía vivir sin su presencia. Sus padres se conmovieron por la situación y aceptaron ayudarlo a regresar con Anna. Al día siguiente, Carlos llamó a Pierre por última vez para explicarle donde se deberían ver para llevar a cabo el compromiso. En cuanto Pierre bajara del avión, una de las camionetas de Carlos lo esperaría en el parqueadero para llevarlo a su encuentro con Carlos y Anna. Eran las 5 y media de la mañana cuando la camioneta en la que iba Pierre paró en una carretera desierta y un poco oscura. Las personas que lo habían traído hasta ahí, lo bajaron a la fuerza, fue cuando vio a Carlos frente otra camioneta junto a sus escoltas. Pero Pierre no vio a Anna y le gritó a Carlos que no le entregaría el dinero hasta no tenerla en sus manos. En ese preciso momento, uno de los escoltas de Carlos bajó a Anna de la camioneta, tenía las manos amarradas y los ojos vendados, su ropa rasgada y sucia dejaron a Pierre completamente desorbitado. Pierre se acercó y le dio una maleta negra a Carlos, mientras recibió a Anna en sus brazos. Las dos camionetas cerraron sus puertas y emprendieron camino, Pierre apretó fuerte a Anna le quitó las vendas y se miraron profundamente a los ojos, Pierre un poco afanado le dijo a Anna que debían huir rápidamente de ahí. El sol que empezaba a iluminar en el cielo aclaró el lugar mientras corrían sin saber a dónde. Anna desesperada intento preguntar a Pierre que pasaba pero estaba tan agotada y sin fuerzas que no pudo hacerlo. Fue entonces cuando una de las camionetas regresaba de vuelta donde ellos, Carlos se bajó apresurado para intentar alcanzarlos, mientras los apuntaba con un arma, cuando estuvo lo suficientemente cerca, Carlos disparó y dijo: “A mí no me engañan”. Anna cayó tendida en el pavimento mientras Pierre gritaba, pero no podía hacer nada, Anna estaba muerta. Carlos soltó su arma en el suelo y se montó en la camioneta, mientras Pierre lloraba desconsoladamente sobre Anna. Pierre alzó la vista y vio el arma de Carlos en el suelo, la cogió con sus temblorosas manos e intento girar el gatillo pero no fue capaz y se desplomó sobre el cuerpo de su enamorada sin poderlo creer. Horas después, llegó la policía a ese lugar, Pierre fue esposado y encerrado con cargos de asesinato.
